Por Luis Armando Cordero
Los lazos históricos de amistad y hermandad entre Cuba y Santo Domingo datan desde tiempos inmemorables. En su libro "Los Amigos de Martí y de Cuba en Santo Domingo" el autor Jesús Méndez Jiminián comienza el mismo recordándonos con destacada relevancia la participación en las guerras de independencia cubana de valerosas figuras militares dominicanas como Máximo Gómez, Modesto Díaz y Dionisio Gil.
No hay que olvidar que fue en la isla de Santo Domingo, en la localidad de Montecristi, el lugar donde el Héroe Nacional cubano, José Martí y el patriota y militar dominicano Máximo Gómez rubricaron el Manifiesto de Montecristi, el 25 de marzo de 1895. Fue este el documento oficial del Partido Revolucionario Cubano que expone las ideas para organizar la guerra de independencia cubana de 1895 y a la misma vez demuestra la profunda amistad y el sentimiento patrio que hermanaban a Gómez y a Martí.
El autor Méndez Jiminián destaca en su libro que a partir de 1868 como consecuencia de la Guerra de los Diez años(1868-1878) llegan a la República Dominicana notables figuras cubanas del ámbito cultural, político, educativo, profesional, etc. que dieron su apoyo a la causa de Cuba. Dos de estos personajes que merecen particular mención lo son el Dr. Ulpiano Dellundé y Nicolás Ramírez, ambos amigos muy personales de Martí. Refiriéndose al Dr. Dellundé el autor cita a Emilio Rodríguez Demorizi en lo siguiente:
"El 12 de noviembre de 1880, por recomendaciones del doctor R.E. Betances al general Luperón, el doctor Ulpiano Dellundé fue designado médico sanitario de Puerto Plata. Vivió en Santiago de los Caballeros, luego y en junio de 1893 volvió a Puerto Plata. Hombre caritativo y generoso -dice demorizi -, sacrificó sus bienes por la libertad de su patria. Su esposa se llamada Dolores Arán (Lola era puertorriqueña), quien vivió en Santiago de Cuba"[1].
A lo largo de su obra al autor no se le escapa hacer referencia al 'Diario de Martí' en el cual el escritor-libertador realiza registros sobre la geografía, historia y cultura dominicana del siglo XIX. Como ha anotado el historiador José G. Guerrero en su ensayo 'José Martí: Aportes Antropológicos de un viaje a Santo Domingo en el siglo XIX', "la historiografía dominicana, en la mayoría de sus exponentes, ha trabajado siempre ignorando la lengua, la cultura y de vida cotidiana"[2]. En opinión de Guerrero, el 'Diario de Martí' "rescata la dominicidad que la historiografía dejaba fuera de sus páginas" [3]. Por ejemplo, Martí anota en su Diario lo siguiente relacionado con la vestimenta utilizada por los soldados dominicanos de la época en que el visitó Santiago de los Caballeros:
" Los soldados, de azul y Kepis, pasan relucientes, para la misa del templo nuevo(es decir la Catedral) con la bandera de seda del Batallón de Yaque. Son negros los soldados y los oficiales mestizos o negros" [4].
En el siguiente Apunte Martí recoge la sabiduría popular dominicana refiriendose a un personaje de pueblo llamado Arturo Fondeur:
" Es Arturo, que se acaba de casar, y la mujer salió a tener el hijo donde su gente de Santiago. De Arturo -señala Martí- es esta pregunta: ' Porqué si mi mujer tiene un muchacho dicen que mi mujer parió , y si la mujer es de Jimenes (se refiere a Juan Isidro Jimenes, gran hacendado y ex-presidente de la República) dicen que dio a luz" [5].
" Es Arturo, que se acaba de casar, y la mujer salió a tener el hijo donde su gente de Santiago. De Arturo -señala Martí- es esta pregunta: ' Porqué si mi mujer tiene un muchacho dicen que mi mujer parió , y si la mujer es de Jimenes (se refiere a Juan Isidro Jimenes, gran hacendado y ex-presidente de la República) dicen que dio a luz" [5].
Santiago de los Caballeros y Puerto Plata fueron dos las ciudades que acogieron a innumerables patriotas cubanos durante el ultimo cuarto del siglo XIX. Méndez Jiminián nos relata que "de aquel Santiago de los Caballeros que visitara Martí en dos ocasiones (1892 y 1895) quedaron plasmadas en sus anotaciones, las edificaciones hermosas que se levantaban, las casas de estilo victoriano, y por supuesto, la Catedral y algunas edificaciones que estaban en progreso en aquella época"[6]. Sobre la hoy Catedral de Santiago Martí anota en su 'Diario':
"El arquitecto del templo es santiaguero, es Onofre de Lora, la puerta principal es de la mano cubana de Manuel Boitel". [7]
En Santiago de los Caballeros Martí también visita la casa de algunos amigos suyos, entre ellos, a Don Augusto Francisco Bidón:
" Frecuenta Martí - señalan Hernández y López Muñoz- la casa de Rafael Vega [...] También se le vio en compañía de Máximo Gómez en el concurrido café el Yaque. Pero sin duda, el lugar de mayor interés histórico de los visitados por Martí en santiago es la imprenta de Don Ulises Franco Bidó." [8]
De acuerdo al autor, se ha afirmado que fue en la imprenta Bidó el lugar donde se imprimió el "Manifiesto de Montecristi".
En Puerto Plata se estableció Antonio Maceo y Grajales quien llegó al país el 11 de febrero de 1880. Maceo quien fue una figura cimera de la revolución cubana se encontraría en aquella ciudad con cientos de cubanos, puertorriqueños y dominicanos que simpatizaban y alentaban la causa cubana.
Tras su llegada a Puerto Plata, Maceo logra entrevistarse con el general Luperón, máxima figura del Partido Azul en el poder, y "quien se convertirá en celoso guardián de su vida, y en el más fiel amigo de la causa cubana en suelo dominicano." [9]
Máximo Gómez y Martí tras la firma del Manifiesto de Montecristi |
El autor citando a Emilio Rodríguez Demorizi en su " Martí En Santo Domingo", señala sobre la estadía de Martí en la casa de la familia Gómez-Toro la siguiente anotación:
" En la modesta morada del Generalísimo curso una vida silenciosa y en el silencio de aquel hogar, fecundaba la Libertad de Cuba, tal como un águila que posa en la llanurapara luego remontarse a las alturas de la gloria" [10]
En su 'Diario' Máximo Gómez anotaría los siguiente:
" Le he ofrecido a Martí concurso en todo y para todo en lo que se me considere útil, prometiendo servir a esa Revolución con el mismo desprendimiento, desinterés personal y lealtad con la que serví en el 68" [11]
Mas tarde el 20 de julio de 1896 escribiría estas líneas recordando a Martí en los campos de batalla de Cuba:
" Duerme en paz, compatriota y amigo querido, que yo digo de ti lo que la Historia ha dicho del héroe griego: ' Bajo el cielo azul de tu patria no hay tumba mas gloriosa que la tuya' ". [12]
(1) Jesús Méndez Jiminián. "Los Amigos de Martí y de Cuba en Santo Domingo". Frías Editores. La Vega, República Dominicana.2014. p
(2) José G. Guerrero,(2010). : José Martí: Aportes Antropológicos de un viaje a Santo Domingo en el siglo XIX. Ciencia y Sociedad. Instituto Tecnológico de Santo Domingo. Vol.29, número 004.
(3) Ibidem.
(4) Jesús Méndez Jiminián. "Los Amigos de Martí y de Cuba en Santo Domingo". Frías Editores. La Vega, República Dominicana.2014. p41.
(5) Ob.cit., p.38.
(6) Ob. cit.,p.25
(7) Ob.cit., p41.
(8) Ob.cit.,p.26.
(9) Jesús Méndez Jiminián. Antonio Maceo y Grajales en la memoria de los dominicanos.http://www.mocanos.net/. Diciembre de 2011.
(10) Jesús Méndez Jiminián. "Los Amigos de Martí y de Cuba en Santo Domingo". Frías Editores. La Vega, República Dominicana.2014. p69.
(11) Ob.cit.,p74.
(12) Ob.cit.,p82.
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