Por
Jesús Méndez Jiminián
“Da el
primer paso con fe. No tienes por qué ver toda la escalera. Basta con que subas
el primer peldaño”. ~ Martin
Luther King, Jr. (1929-1968).
Varios
meses antes al histórico día 28 de agosto de 1963,comenzaron en algunas ciudades norteamericanas, los preparativos de la que sería la “Gran Marcha” a Washington, DC, en la que el reverendo Martin Luther King, Jr. pronunciaría el magistral discurso “I have a dream”, “Yo tengo un sueño”, que ha pasado a la historia como el mejor valorado del siglo XX.
Martin
Luther King mientras pronunciaba su histórico discurso “Yo tengo un sueño”.
Entre
los organizadores de aquel multitudinario acto, celebrado al pie de Lincoln
Memorial, se destacó un gran líder de la comunidad puertorriqueña de Nueva
York. Su nombre: Gilberto Gerena Valentín, natural de la histórica ciudad de
Lares, en Borinquen, cuna del grito independentista que en 1868 encabezó el
gran patriota Ramón Emeterio Betances, recordado en Santo Domingo por sus
luchas al lado del general Gregorio Luperón.
Gerena
Valentín (1918), emigró junto a su familia desde muy joven a Nueva York,
logrando en aquella urbe convertirse pronto en una “figura cimera de las luchas sindicales, culturales y de (los) derechos
civiles” de su comunidad hasta ocupar posiciones importantes como las de concejal
y comisionado de los Derechos Humanos.
Pero,
es muy probable que las circunstancias en su Puerto Rico amado, no tuvieron en
la vida de Genera Valentín, el mismo impacto y destino que las que tuvieron en
el Norte. ¡La vida es hechos y circunstancias! Así que, ya en la década de los
años 50 del siglo pasado, en Norteamérica, comenzó a cobrar fuerza el
movimiento de los derechos civiles de los negro, y, Gerena Valentín vio en
aquellos momentos la oportunidad de su vida para mostrar militancia y solidaridad
hacia aquello seres. Él mismo, dice en sus memorias, que apenas unos años después,
es decir, “a principios de los años
sesenta, las tensiones y conflictos en la sociedad estadounidense se
intensificaron, abonadas en parte por la guerra impopular de Vietnam y las
guerras de liberación nacional en otras partes del mundo, incluyendo Cuba.
Vimos – agrega – durante esa época, el surgimiento de un movimiento estudiantil
radicalizado y de nuevos grupos dentro de las comunidades negras, chicanas y
puertorriqueñas que cuestionaban abiertamente el estatus quo”. (p. 113, en “Soy Gilberto Gerena Valentín…” edición
de Carlos Rodríguez Fraticelli, publicación del Hunter, The City University of
New York).
Por
ejemplo, aquí en la República Dominicana, aquellas manifestaciones de rebeldías
que se daban en la sociedad norteamericana de entonces, tuvieron notable repercusión.
Dos hechos de singular importancia son relevantes en los años 60 del pasado
siglo: el derrocamiento del primer ensayo democrático, el gobierno
constitucional de Juan Bosch, el 25 de septiembre de 1963, llevado a cabo por
militares golpistas respaldados por la CIA; y, la Guerra de Abril de 1965, que
buscó la vuelta al poder de Bosch y tras la cual se produjo la intervención
militar yanqui enfrentada valientemente por militares constitucionalistas y
civiles, liderados por el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.
GERENA VALENTÍN MARCHA CON EL
REVERENDO KING
Gilberto Gerena Valentín |
Meses
antes al verano de 1963, como ya dijimos, se dieron inicio a los preparativos
de la “Gran Marcha” a Washington, DC.
Líderes negros de los derechos civiles pusieron en movimiento todos los
resortes para alcanzar el éxito de la misma “Entre
ellos se encontraban – dice Gerena Valentín – el reverendo Milton Galamison de
Brooklyn, y Bayard Ruslin, de Manhattan, quienes también cooperaban con el
reverendo King… El liderato negro acordó – recuerda – descargar la
responsabilidad de coordinar la movilización de los puertorriqueños sobre mi
persona, en mi calidad de presidente del Congreso de los Pueblo, la única
organización con capacidad para llevar a cabo la empresa. Mi asignación –
continúa diciendo Gerena – era organizar los puertorriqueños en la ciudad de
Nueva York y en los estados de New Jersey, Conneticut, Pennsylvania y
Massachussetts”. (Ibid).
Llegado
aquel histórico día, 28 de agosto de 1963, más de 250 mil personas participaron
en aquella gigantesca movilización, entre ellos más de 30 mil puertorriqueños que,
guiados por Gerena Valentín, daban su respaldo a Martin Luther King y a su
causa por los derechos civiles de los afroamericanos.
Recordando
aquel histórico, caluroso e inolvidable día, y al que fue invitado Gerena Valentín para dirigirse a los presentes, apunta: “(…) los organizadores del acto me informaron que sería uno de los oradores en esa concentración y que hablaría en representación de la comunidad puertorriqueña en los Estados Unidos. Me dirigí al público – agrega – en español. Cuando me paré en la tribuna que se hallaba frente a la estatua de Lincoln y me encontré con miles de caras que me reconocían como representante de mi comunidad, me puse nervioso. Pero enseguida recobré mi compostura y… hablé por 15 (…). En esa misma tarima – recuerda orgulloso – fue donde el reverendo King (momentos después, n. de j.m.j.) dio su famoso discurso ‘Yo tengo un sueño’”.
Desde aquel emotivo e histórico acto, hasta hoy, han transcurrido más de 50 años, y todavía, de seguro, retumban en los oídos de Gilberto Gerena Valentín, aquellas magistrales palabras del gran líder y extraordinario orador norteamericano, Martin Luther King, Jr.
Desde aquel emotivo e histórico acto, hasta hoy, han transcurrido más de 50 años, y todavía, de seguro, retumban en los oídos de Gilberto Gerena Valentín, aquellas magistrales palabras del gran líder y extraordinario orador norteamericano, Martin Luther King, Jr.
La Vega, Rep. Dominicana.
20 de enero de 2014.
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